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miércoles, 19 de febrero de 2014

Ingredientes en la elaboración de pan. La harina










Ingredientes en la elaboración de pan

¿Qué hace falta para hacer un buen pan? Tiempo y pasión, y buenas materias primas. El tiempo se busca y la pasión se tiene o se cultiva, aunque también dicen que se transmite. En cuanto a las materias primas, la harina de trigo, junto a la masa madre, desempeña el papel más importante, ya que es el ingrediente principal del pan.

La harina
El componente más importante de la harina son las proteínas. Mientras amasas, las proteínas de la harina y del agua que añades forman el gluten, que cuando está formado completamente, al terminar el amasado, crea un red impermeable encargada de atrapar los gases que se producen durante la fermentación de la masa. Eso es lo que da volumen al pan, Sin embargo, una buena harina por sí sola no asegura un pan de calidad si no va acompañada en todo momento de un proceso de elaboración cuidadoso y respetuoso.

La harina de trigo ideal debe tener una tonalidad blanca ligeramente cremosa, sin grumos ni trozos de harina secos, lo cual indicaría que está pasada. La harina tiene una caducidad aproximada de tres meses, por lo que es mejor no comprar cantidades excesivas que tengas que guardar en casa durante mucho tiempo.

Una harina caducada no te sentará mal ni nada parecido pero sí puede ser la causante de que el pan no salga como tú quieres, porque con el paso de tiempo se deterioran parte de sus cualidades y en la jerga panadera se dice que pierde “fuerza”. Debes conservarla en un lugar fresco, seco y sin olores demasiado fuertes, ya que puede absorberlos fácilmente y transmitírselos a tu pan.

Un problema habitual es no saber dónde comprar la harina, puesto que en el supermercado solamente suele haber un tipo de harina, pensada para rebozar y generalmente muy floja. Mi consejo es que compres las cantidades necesarias de as diferentes harinas en una panadería donde sepas que se amasa y se cuece pan cada día y donde puedas establecer una bonita relación de confianza con el personal o incluso con el/la panadero/a.

¿Cuáles son los principales tipos de harina y para qué sirve cada uno de ellos?

Harina de fuerza
Para elaborar masas de bollería a las que se añade mantequilla, azúcar y huevos. Debes usarla sobre todo cuando hagas brioches y otras masas similares.

Harina de media fuerza
Utilízala par los croissants y la masa de hojaldre, así como para los panes hojaldrados con mantequillas y las masas de pan con una cantidad importante de aceite de oliva. Verás que es un poco más difícil de trabajar que la harina panificable, pero también que los resultados son muchísimo mejores.

Harina panificable
Es la que usarás habitualmente para elaborar la mayoría de tus panes. Dentro de este tipo de harinas, el abanico de calidades es amplio y a simple vista es imposible saber si una harina panificable es de buena calidad o no, aunque sin duda la que utilice tu panadero habitual te dará buenos resultados.

Harina floja
Es la harina que debes poner en todas la masas no fermentadas, es decir, los batidos tipo magdalenas, plum-cakes o bizcochos, y también en las masas para hacer galletas, pastas de té y otros productos sin levadura. 

Es importante usarla en este tipo de preparaciones para, por ejemplo, conseguir que las magdalenas se esponjen al máximo en el horno o para que las galletas de mantequilla no se deformen al cocerlas y te queden perfectas. Además, existen harinas de trigo con un nombre específico extraídas de variedades de trigo diferentes al común, como las harinas de espelta o de kamut.

Existen harinas de otros cereales, con los que también puedes hacer pan, normalmente mezcladas con harina de trigo, y que aportan sabores muy diferentes. De todas ellas quizá la más conocida es la de centeno, con la que se elabora un pan extraordinario que se conserva hasta una semana con la miga tierna y húmeda, aunque eso sí, de sabor muy particular. Otros cereales cuya harina también se usa para el pan son la avena, la cebada, el arroz, el maís y la soja, principalmente.

Estas harinas o contienen proteínas (excepto las de centeno y avena) y por tanto no se forma gluten durante el amasado, de modo que el pan no adquiere volumen y nunca queda esponjoso. Este es el motivo por el cual siempre debemos mezclarlas con harina de trigo.

Texto extraído de: Xavier Barriga. Pan. Hecho en casa y con el sabor de siempre. Ed. Grijalbo

www.fermenta.es

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