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lunes, 3 de febrero de 2014

Las zonas de producción de cerveza














Las zonas de producción de cerveza

En la actualidad, la cerveza se produce en todo el mundo y se puede disfrutar de productos de alta calidad fabricados en los países más sorprendentes: por ejemplo, China, donde la cerveza es considerada un producto de lujo, se sitúa detrás de Estados Unidos y Alemania en la clasificación mundial de productores.
En Asia, países como Tailandia, Filipinas, Indonesia, Camboya y Sri Lanka, influidos por Europa, elaboran cervezas que combinan las necesidades del mercado y el exotismo.
Estados Unidos, principal productor mundial, y Canadá han visto renacer un sector afectado por la crisis de la globalización, capaz de destruir el gusto por la diferencia y devaluar la cultura alimentaria, y lo ha revivido gracias a artesanos que, una vez más, han hallado su inspiración en los maestros de la vieja Europa y en aquellos que han convertido la cerveza en su afición.
En África, a pesar de que el consumo medio por persona es bajo, la cerveza domina el mercado de las bebidas alcohólicas, aunque con un claro cambio de tendencia con respecto a otros países: las cervezas tradicionales, a base de sorgo y mijo, ocupan el lugar de honor únicamente en las aldeas más pobres.
En Europa, Alemania es la reina de los fabricantes de cerveza con una producción de muy buena calidad, gracias a la estricta Ley sobre la Pureza de la Cerveza, la Reinheitsgebot que, desde el año 1500 hasta nuestros días, supervisa y hace cumplir las normas de fabricación, permitiendo sólo el uso de agua malta, lúpulo y levadura, es decir, sin ningún tipo de aditivo o ingrediente superfluo.

Reinheitsgebot

Los maestros cerveceros prefieren, en la medida que se pueda, embotellar sus cervezas sin pasteurización, excepto en aquellas destinadas a la exportación, con el fin de garantizar en su totalidad las características organolépticas de sus productos, más diversos de lo que se puede imaginar. Alemania cuenta con centenares de empresas cerveceras, cuya producción se destina con frecuencia al consumo local y a millones de consumidores de todo el mundo. En Baviera se celebra la más famosa fiesta de la cerveza: la Oktoberfest. Nacida en 1810 para celebrar la unión entre el príncipe Luis de Baviera y la princesa Teresa, reúne cada año a miles de visitantes bajo las carpas blancas y azules. También allí se encuentra la Weihestephan, la cervecería más antigua, activa desde 1040, así como la sede de la universidad más importante para los maestros cerveceros.


Weihenstephaner

A continuación le sigue Gran Bretaña, donde todos los consumidores, o casi todos, son fieles a su propia ale, cerveza de fermentación alta, estrictamente servida sin la espuma a la que estamos acostumbrados. En las public houses, más típicas, la cerveza se tira con ayuda de bombas manuales bajo la rigurosa supervisión de la CAMRA, surgida de un movimiento de consumidores deseosos de tutelar el patrimonio histórico de la cerveza y toda su tradición. No es por casualidad que crezca de manera constante el número de pubs, que llevan incluso el nombre de fábricas célebres, donde se bebe principalmente cerveza producida en el país. En efecto, se cree que el 80 % de la cerveza que se consume se sirve a presión. Por el contrario, en Irlanda, las stouts (cervezas negras) son las más consumidas (Arthur Guinness se considera su inventor), a pesar de que se constata un incremento en el consumo de otras variedades de cerveza, así como la aparición de una infinidad de microcervecerías.
Por lo que respecta a España, podemos decir que nuestro país es el cuarto productor de cerveza de la Unión Europea (sólo es superada por Alemania, Reino Unido y Polonia), y está entre los diez principales productores del mundo. La exportación de la cerveza nacional va en aumento y los principales destinos son Guinea Ecuatorial, Francia, Italia y Portugal. La diversidad de tipos de cerveza que se fabrican en España es grande (lager rubias, tostadas, negras, estilo abadía…), y destaca también una variedad de consumo muy habitual: la cerveza sin alcohol (nuestro país es el principal productor de esta cerveza de la Unión Europea, y en el año 2010 el 13 % de la cerveza consumida en nuestro país ha sido sin alcohol). El consumo de cerveza en España está asociado a las pautas mediterráneas (carácter social, ingesta junto con alimentos y en compañía de amigos…), y esto explica que el 66 % del consumo en 2010 estuviera ligado a la hostelería y restauración.
El resto de los países mediterráneos (Portugal, Grecia, Turquía e Italia) el consumo es alto, pero la elección de cervezas se limita principalmente a las cervezas lager, suaves y de baja graduación.
Francia se divide entre los placeres de la comida y de la bebida; la cerveza, más antigua que el vino, ha suplido siempre la carencia de éste, pero el mercado ha querido que sólo queden pocos testimonios de su antiguo gran esplendor. Recordemos, entre la variedad propuesta, las bières de garde (cervezas de reserva), intensas y afrutadas, que son un ejemplo de las cervezas de fermentación alta. Holanda es una de las grandes exportadoras a toda Europa.
La República Checa es un gran productor y también constituye la patria de un considerable número de bebedores de cerveza. Y no es esta la única primacía de la que puede presumir este país: en la ciudad de Pilsen surgieron las pils, durante la primera mitad del siglo XIX, y la original Pilsner Urquell es todavía la reina indiscutible; debe su éxito al lúpulo que se cultiva en los campos checos y que se encuentra entre los mejores de todo el mundo.


Pilsner Urquell

¿Y Bélgica? En este caso no cuenta sólo la cantidad de litros producidos sino la variedad de estilos. Se podría escribir un libro entero consagrado exclusivamente a las cervezas de este país: las especialidades de los monjes trapenses y las no menos numerosas cervezas de abadía, las blancas aromatizadas con cilantro y piel de naranja, kriek (guindas) o frambuesas, dulces y amargas como las frutas recogidas en los árboles, gueuze, antaño la cerveza de los mendigos, convertida hoy en la preferida de los paladares más refinados, y además las cervezas especiales perfumadas con lúpulo, las envejecidas en barricas de roble o las endulzadas con miel de alta calidad…Un auténtico paraíso para gourmets y creadores de sabores.

Texto extraído de: Simone Pilla – Genny Vinci. Cervezas de todo el mundo. Enciclopedia práctica. Ed. De Vecchi ediciones


www.fermenta.es

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