Las zonas de producción
de cerveza
En la actualidad, la cerveza se
produce en todo el mundo y se puede disfrutar de productos de alta calidad
fabricados en los países más sorprendentes: por ejemplo, China, donde la
cerveza es considerada un producto de lujo, se sitúa detrás de Estados Unidos y
Alemania en la clasificación mundial de productores.
En Asia, países como Tailandia,
Filipinas, Indonesia, Camboya y Sri Lanka, influidos por Europa, elaboran
cervezas que combinan las necesidades del mercado y el exotismo.
Estados Unidos, principal
productor mundial, y Canadá han visto renacer un sector afectado por la crisis
de la globalización, capaz de destruir el gusto por la diferencia y devaluar la
cultura alimentaria, y lo ha revivido gracias a artesanos que, una vez más, han
hallado su inspiración en los maestros de la vieja Europa y en aquellos que han
convertido la cerveza en su afición.
En África, a pesar de que el
consumo medio por persona es bajo, la cerveza domina el mercado de las bebidas
alcohólicas, aunque con un claro cambio de tendencia con respecto a otros
países: las cervezas tradicionales, a base de sorgo y mijo, ocupan el lugar de
honor únicamente en las aldeas más pobres.
En Europa, Alemania es la reina
de los fabricantes de cerveza con una producción de muy buena calidad, gracias
a la estricta Ley sobre la Pureza de la Cerveza, la Reinheitsgebot que, desde el año 1500 hasta nuestros días,
supervisa y hace cumplir las normas de fabricación, permitiendo sólo el uso de
agua malta, lúpulo y levadura, es decir, sin ningún tipo de aditivo o
ingrediente superfluo.
Reinheitsgebot
Los maestros cerveceros prefieren, en la medida que se
pueda, embotellar sus cervezas sin pasteurización, excepto en aquellas
destinadas a la exportación, con el fin de garantizar en su totalidad las
características organolépticas de sus productos, más diversos de lo que se
puede imaginar. Alemania cuenta con centenares de empresas cerveceras, cuya
producción se destina con frecuencia al consumo local y a millones de
consumidores de todo el mundo. En Baviera se celebra la más famosa fiesta de la
cerveza: la Oktoberfest. Nacida en
1810 para celebrar la unión entre el príncipe Luis de Baviera y la princesa
Teresa, reúne cada año a miles de visitantes bajo las carpas blancas y azules.
También allí se encuentra la Weihestephan,
la cervecería más antigua, activa desde 1040, así como la sede de la
universidad más importante para los maestros cerveceros.
Weihenstephaner
A continuación le sigue Gran Bretaña,
donde todos los consumidores, o casi todos, son fieles a su propia ale, cerveza de fermentación alta,
estrictamente servida sin la espuma a la que estamos acostumbrados. En las public houses, más típicas, la cerveza
se tira con ayuda de bombas manuales bajo la rigurosa supervisión de la CAMRA,
surgida de un movimiento de consumidores deseosos de tutelar el patrimonio
histórico de la cerveza y toda su tradición. No es por casualidad que crezca de
manera constante el número de pubs, que llevan incluso el nombre de fábricas
célebres, donde se bebe principalmente cerveza producida en el país. En efecto,
se cree que el 80 % de la cerveza que se consume se sirve a presión. Por el
contrario, en Irlanda, las stouts
(cervezas negras) son las más consumidas (Arthur Guinness se considera su
inventor), a pesar de que se constata un incremento en el consumo de otras
variedades de cerveza, así como la aparición de una infinidad de
microcervecerías.
Por lo que respecta a España,
podemos decir que nuestro país es el cuarto productor de cerveza de la Unión
Europea (sólo es superada por Alemania, Reino Unido y Polonia), y está entre
los diez principales productores del mundo. La exportación de la cerveza
nacional va en aumento y los principales destinos son Guinea Ecuatorial,
Francia, Italia y Portugal. La diversidad de tipos de cerveza que se fabrican
en España es grande (lager rubias, tostadas, negras, estilo abadía…), y destaca
también una variedad de consumo muy habitual: la cerveza sin alcohol (nuestro
país es el principal productor de esta cerveza de la Unión Europea, y en el año
2010 el 13 % de la cerveza consumida en nuestro país ha sido sin alcohol). El
consumo de cerveza en España está asociado a las pautas mediterráneas (carácter
social, ingesta junto con alimentos y en compañía de amigos…), y esto explica
que el 66 % del consumo en 2010 estuviera ligado a la hostelería y
restauración.
El resto de los países
mediterráneos (Portugal, Grecia, Turquía e Italia) el consumo es alto, pero la
elección de cervezas se limita principalmente a las cervezas lager, suaves y de
baja graduación.
Francia se divide entre los placeres
de la comida y de la bebida; la cerveza, más antigua que el vino, ha suplido siempre
la carencia de éste, pero el mercado ha querido que sólo queden pocos testimonios
de su antiguo gran esplendor. Recordemos, entre la variedad propuesta, las bières de garde (cervezas de reserva), intensas
y afrutadas, que son un ejemplo de las cervezas de fermentación alta. Holanda es
una de las grandes exportadoras a toda Europa.
La República Checa es un gran productor
y también constituye la patria de un considerable número de bebedores de cerveza.
Y no es esta la única primacía de la que puede presumir este país: en la ciudad
de Pilsen surgieron las pils, durante
la primera mitad del siglo XIX, y la original Pilsner Urquell es todavía la reina indiscutible; debe su éxito al lúpulo
que se cultiva en los campos checos y que se encuentra entre los mejores de todo
el mundo.
Pilsner Urquell
¿Y Bélgica? En este caso no cuenta
sólo la cantidad de litros producidos sino la variedad de estilos. Se podría escribir
un libro entero consagrado exclusivamente a las cervezas de este país: las especialidades
de los monjes trapenses y las no menos numerosas cervezas de abadía, las blancas
aromatizadas con cilantro y piel de naranja, kriek (guindas) o frambuesas, dulces y amargas como las frutas recogidas
en los árboles, gueuze, antaño la cerveza
de los mendigos, convertida hoy en la preferida de los paladares más refinados,
y además las cervezas especiales perfumadas con lúpulo, las envejecidas en barricas
de roble o las endulzadas con miel de alta calidad…Un auténtico paraíso para gourmets y creadores de sabores.
Texto extraído de: Simone Pilla – Genny Vinci. Cervezas de todo el mundo. Enciclopedia práctica. Ed. De Vecchi
ediciones
www.fermenta.es