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martes, 3 de junio de 2014

Partir y repartir










Partir y repartir

Los quesos tienen distintas formas y tamaños: pequeños y de forma cilíndrica, planos y redondos como una tarta, del tamaño de un escudo, con forma de rollo, bloque, barra, rectangulares, cuadrados y con la envergadura de una rueda de coche. Con la técnica de corte adecuada no sólo pueden evitarse desperdicios innecesarios, sino que además los trozos de queso partidos resultan más apetecibles. Y como es bien sabido, la comida entra por la vista.



Las esquinas de queso fundido se parten junto con el rollo de plástico de cocina, sin cortar la parte de abajo. Los quesos  de pasta blanda redondos y cuadrado se cortan en trozos pequeños como si fueran una tarta. Los quesos enmohecidos también se cortan en forma de trozos de pastel, mientras que los cilíndricos altos se cortan antes y en dos mitades. Los quesos pequeños y planos también se cortan en dos mitades.

Los quesos son forma de barra, rollo y bloques largos y estrechos se parten en gruesas lonchas individuales. Los quesos con forma de bola se cortan en forma de cuartos; los que son muy grandes se parten primero por la mitad, después se corta un trozo hexagonal de la mitad y a partir de éste, lonchas gruesas. Los quesos de pasta dura grandes se cortan en cuartos, que finalmente se parten en lonchas gruesas. El queso con forma de bloque se corta preferiblemente en trozos, un queso cuadrado a dados.

Texto extraído de: Brigitte Engelmann y Peter Holler. Manual del Gourmet del Queso. Ed. H.F. Ullmann


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