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lunes, 2 de junio de 2014

Moho bueno y moho malo









Moho bueno y moho malo

Cultivos de hongos especiales para la producción de distintos tipos de queso producen el moho en el queso y éste se muestra en la superficie o en el interior.

El moho que aparece en la fruta, la verdura o el pan almacenado durante demasiado tiempo es bastante dañino para la salud, pero apenas afecta a los productos lácteos. El moho silvestre que aparece en los quesos de pasta dura o de corte debe retirarse generosamente. Los quesos frescos, los de pasta blanda o aquellos de corte que se encuentran enmohecidos deben tirarse a la basura inmediatamente.



Los quesos con moho deben ser empaquetados de manera individual para evitar que las esporas de los hongos se transfieran a otros quesos.

Si se juntan distintos quesos en un mismo envoltorio, el moho puede pasar de unos a otros. Por ejemplo, si se empaquetan juntos un queso de corte y un queso de pasta blanda de superficie enmohecida, entonces puede ocurrir que crezca moho en la superficie del queso de corte. Esto también pasa con un queso ya empezado: en este caso, el moho de la superficie puede pasar a la parte partida, pero este tipo de contagio no es perjudicial y no afecta al sabor del producto.

Texto extraído de: Brigitte Engelmann y Peter Holler. Manual del Gourmet del Queso. Ed. H.F. Ullmann


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