Los ingenieros hubieran preferido
dar mayor tamaño a los proyectiles, para aumentar la capacidad de los depósitos
de combustible y así propiciar potencialmente un mayor alcance en el
lanzamiento. Sin embargo, debieron conformarse con el tamaño actual puesto que
deben transportarse en tren desde la fábrica hasta la base de lanzamiento. La
línea férrea entre la fábrica y Cabo Cañaveral cruza las Montañas Rocosas a
través de un túnel, que no permite el paso de depósitos de mayor tamaño. El
gran condicionante, por tanto, para establecer el tamaño máximo de los cohetes.
La anchura de los túneles viene
determinada por la anchura del tren y éste, a su vez, tiene relación directa
con la separación de los raíles. La distancia estándar entre los raíles de la
vía del tren en Estados Unidos es de 4 pies y 8.5 pulgadas (unos 1.4 metros).
Puede parecer una medida extraña a ojos de la red española (1.668 metros), pero
los ferrocarriles norteamericanos se construyeron igual que los británicos por
ingenieros ingleses, que pensaron que era una buena idea ya que permitiría usar
locomotoras de la madre patria.
Las medidas de 4 pies y 8.5
pulgadas eran precisamente las mismas que utilizaron quien construyeron los
tranvías en Gran Bretaña y las primeras líneas del ferrocarril siguieron con la
pauta establecida sin pararse a pensar en nada más. Pauta que también se había
seguido anteriormente con los constructores de carros quienes se encargaron de
construir los tranvías sin modificar tan siquiera las herramientas elegidas
para los montajes.
Da la casualidad de que los
caminos de toda Europa estaban marcados por las roderas de los carros y
cualquier otra medida hubiese causado la rotura de los ejes de las carretas. Y
esas rodadas quedaron así marcadas desde los tiempos de los romanos, de tal
forma que se simplificaba el desplazamiento de las legiones cargadas con todos
sus pertrechos.
Evidentemente los caballos
tiraban del carro de guerra de los romanos. Los animales debían de galopar uno
al lado del otro por lo que tenían que tener la suficiente separación para no
molestarse. Con el fin de mejorar la estabilidad del carro, las ruedas no
debían coincidir con las pisadas de los caballos y, al mismo tiempo, no debían
estar demasiado separadas para no causar accidentes cuando dos carros se
cruzaban en el camino.
En conclusión (según la teoría de
Didier Nordon) la separación entre los raíles del ferrocarril norteamericano (1.4
metros) viene determinado porque 2.000 años antes, en otro continente, los
carros romanos se habían construido en función de las dimensiones del culo del
caballo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario